Las catacumbas de Roma son antiguos cementerios subterráneos construidos en su mayoria parte por las comunidades cristianas de los primeros cuatro siglos.
Por lo general, se excababan en la toba, fuera de las antiguas murallas de la ciudad, ya que dentro de esta no era posibles de enterrar a los difuntos.
Hoy en el subsuelo de Roma hay más de 40 catacumbas que se articulan alrededor de 150 km y a varios niveles.
Los núcleos más antiguos de las catacumbas romanas datan de finales del siglo II. Anteriormente, los cristianos eran enterrados juntos con los paganos; cuando la comunidad se hizo màs numerosa, fue necesario crear cementerios colectivos. Para resolver el problema del espacio y gracias a la facilidad de la excavación en el banco de toba blanda debajo de la ciudad, se realizaron con tùneles subterráneos de varios pisos. Al principio, las catacumbas se utilizaron única y exclusivamente para fines funerarios y para el culto de los mártires allí enterrados.
En el siglo III, ya solo en Roma se contaban 25 cementerios, algunos de los cuales eran de propiedad de la Iglesia. En el año 313, el Cristianismo se convirtió en la religión legítima y al menos al principio fueron muchos los que quisieron ser enterrados cerca de los mártires.
Pero ya desde el siglo siglo V se empezó a abandonar el uso de la sepultura en las catacumbas que, de todod modos, continuaron siendo meta de peregrinos con fines de devociòn.
Entrada completa 10,00 €
Entrada reducida 7,00 €
Entrada gratuita
Idiomas disponibles para las visitas guiadas a las Catacumbas
propuestas: italiano, inglés, francés, español y alemán.
Para más información, diríjase a: info@omniavaticanrome.org
SAN CALIXTO
Dirección: Via Appia Antica, 110
Desde la Estación de Roma Termini:
Visitar las Catacumbas de Roma permite sumergirse en el mundo de los primeros cristianos con un impacto muy fuerte en el plano emocional y sensorial.
La oscuridad, el aire que se respira y la limitaciòn de los espacios afectan a los sentidos.
Pero mucho más conmuoven son los signos de una piedad profunda por los difuntos, iluminada serenamente por la certeza de la Resurrección prometida por Cristo a todos los creyentes.
Las catacumbas de San Calixto se extienden a lo largo de casi veinte kilómetros bajo tierra de la via Appia Antica.
Se construyeron a finales del siglo II y muy pronto se convirtieron en el cementerio oficial de la Iglesia de Roma.
En sus galerías, más de cincuenta mártires y dieciséis pontífices fueron enterrados.
En la cripta llamada de los Papas, fueron enterrados nueve pontífices y otros exponentes de la jerarquía eclesiástica.
En la cripta contigua encontramos la primera sepultura de Santa Cecilia, cuyas reliquias fueron posteriormente llevadas a la iglesia dedicada a ella en Trastevere.
A poca distancia se encuentra una galería de finales del siglo II que da acceso a los Cubículos de los Sacramentos, que acogen frescos de la primera mitad del siglo III que aluden al Bautismo, a la Eucaristía y a la Resurrección de la carne.
Un cubículo cercano estàn algunos frescos más antiguos de las catacumbas romanas (finales del siglo II – principios del siglo III): en el techo, un Buen Pastor con orantes, y en la pared del fondo, dos peces con una cesta de panes en el dorso, símbolo de la eucaristía.
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